Después de tres años de sangrienta guerra civil, que asoló el país, la sociedad española se encontró inmersa en una situación catastrófica en la que faltaba de todo, especialmente los alimentos. Inmediatamente aparecieron el hambre y las necesidades, instaurándose instituciones como el Auxilio Social, el Padrón de Beneficencia, las cartillas de Racionamiento, el Plato Único, la Navidad de los Humildes y la roturación de terrenos municipales.