Revista La Actualidad Española, número 744, del 7 de abril de 1966
La revista que se publicó en la primavera de 1966, en cuya portada aparecía Jaqueline Kennedy con motivo de su visita a España, también mostraba el titular «Valmaseda, un hombre es crucificado«. Los ejemplares de la revista se vendían al precio de 10 pesetas (0,06 euros).
En la década de los 60, impulsado por su director general Roberto Rodet, el Vía Crucis Viviente de Valmaseda adquirió una dimensión y publicidad nunca conocidas hasta entonces. Se acercaban a la villa encartada toda clase de medios, prensa, televisión y hasta el cine. Durante esa década se conoció un gran auge económico y social, motivado por el despegar de la industria del mueble que, durante las décadas de los 50, 60 y la primera mitad de los 70 convirtió a Valmaseda en «Eldorado».
Unos años antes se había formado Compañía Farisaica “La Invencible”, en el año 1865, para participar en los actos y celebraciones de la Semana Santa, dándole más realce y solemnidad, incluso en los oficios religiosos, acompañando también a las procesiones que se hacían en esos años, integradas por los «pasos» que tenía la villa. Los “fariseos”, nombre con el que se conoce en Valmaseda a la guardia romana, iban entre los pasos de “La oración del Huerto” y “El azote”, en la procesión del Jueves Santo. En la procesión del Viernes Santo, los “fariseos” salían del convento de Santa Clara acompañando al paso de «Jesús Crucificado» para encontrarse con los pasos de la «Virgen María» y «San Juan» que habían salido de la iglesia de San Juan del Moral.
En 1889 aparecen citados los nombres de los balmasedanos que representaron a Jesús y Cirineo, siendo la familia Larrea, apodados “Los Cholos”, los encargados de representar a Jesús en esos años. En 1894 se cambia el uniforme de los “fariseos”, sustituyendo las cota-mallas que portaban por unos petos de cuero, encargando a las mojas del convento de Santa Clara su cuidado y conservación.
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Roberto Rodet Villa
Hay que agradecer el esfuerzo y tesón con el que Roberto Rodet promocionó la tradición valmasedana más conocida en todo el país, incluso en el extranjero, pero también fue el que difundió la información errónea de su origen medieval, haciéndose eco de manifestaciones anteriores. Al comienzo del artículo cita: «Un viejo espectáculo arrancado desde el siglo XV, cuando una peste, se dice, asoló la comarca y los hombres, trocando el dolor en penitencia, o en acción de gracias, decidieron representar «a lo vivo» el tránsito hacia el Calvario.»
Roberto Rodet, por aquel entonces alcalde de la villa, promocionó y difundió la «Procesión del Prendimiento», también llamada desde entonces «Vía Crucis Viviente», representado en Valmaseda desde mediados de la década de los 80 del siglo XIX, posiblemente desde 1887, dos años después de una amenaza de peste que se acercó a Valmaseda, siendo especialmente mortífera en los pueblos del Valle de Mena cercanos a la villa.
Es cierto que está basado en antiguas procesiones que se hacían en la villa y también en penitencias y rogativas al santo de la ermita del monte Colisa, dedicada a la advocación de los santos Sebastián, Fabián y Roque, pero también que en nada tienen que ver con la representación del «Vía Crucis Viviente», tan sólo su origen religioso, como ha demostrado Txomin Etxebarria Mirones en su libro: Balmaseda, historia de una “Pasión viva” (1991).
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Revista La Actualidad Española
Como se indica en el encabezado del artículo, la revista «La Actualidad Española» publicó un artículo de seis páginas en la primavera del año 1966, ilustrado con fotografías de «Paco Rueda» (seguramente por algún error tipográfico aparece como T. Rueda) y aunque no está firmado el autor del texto del artículo, parece obra del propio Roberto Rodet.
Viendo las profesiones de los principales protagonistas de la representación, nos hacemos una idea clara de cuales eran las fuentes de ingresos en la villa durante esos años, abundan los «camioneros y transportistas» y también los «ebanistas», indicando que la industria del mueble daba ocupación a la mayoría de la población, junto a las empresas Ferrocarriles de Bilbao-La Robla, Plomos y Estaños Laminados, Boinas La Encartada y Fabio Murga.
Este año de 1966 los papeles principales fueron representados por:
Jesús de Nazaret | Manuel Ansuátegui «El Minino» | 25 años, transportista |
María Magdalena | Matilde García | 29 años, taquillera |
Virgen María | Begoña Aizpurúa | 24 años, oficinista |
Poncio Pilato | Alberto Pereda | 26 años, delineante |
Judas Iscariote | Arturo Calvo | 32 años, camionero |
Verónica | Rosa Luz Mantrana | 21 años |
Cirineo | José María Monasterio | 28 años, transportista |
Dimas (ladrón bueno) | Pedro Blanco | 31 años, ebanista |
Gestas (ladrón malo) | Antonio Peral | 23 años, ebanista |
Barrabás | Roberto Berroeta | 18 años, ebanista |
Centurión romano | Román Fernández «Manín» | 36 años, transportista |
Las edades rondan entre los veinte y los treinta años dándose el caso de que la Virgen María era un año más joven que su hijo Jesús, hecho que se ha subsanado en la actualidad, representando el papel de María la madre natural del que hace de Cristo o en algunos casos algún familiar cercano.
Como curiosidad, hacía muy pocos años que había comenzado a representarse la Crucifixión, primero en la plaza de San Severino en el año 1963 y después en el Campo del Frontón a partir de 1965. También era reciente la costumbre de dejarse crecer el pelo y la barba para dar más realismo a los papeles representados.
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Innovaciones en años posteriores
A comienzos del siglo XX se incorporan nuevos personajes. Es entonces cuando aparecen La Magdalena y Las Tres Marías. En 1920 se cambió la cruz que portaba Jesús, que era de tablas, por otra más realista, estrenando una nueva túnica y apareciendo por primera vez con el rostro descubierto. En el año 1935 se comienza a representar el Juicio ante Poncio Pilato, lo que motivó que se introdujeran nuevos personajes: los Sumos Sacerdotes, Poncio Pilato, Barrabás.
Es por esta época cuando comenzó a colaborar en la organización del Vía Crucis el pintor valmasedano Roberto Rodet Villa, que pocos más tarde se hizo cargo de la organización, hasta el año 1974, fecha en la que dimitió el cuerpo técnico que organizaba los actos hasta ese año.
En la década de los 50 se consolida y mejora la representación, completando la aparición de nuevos personajes: los ladrones Dimas y Gestas, la Virgen María, la Guardia de Sanedrín, etc., hasta consolidad una representación que resulta muy espectacular en lo visual.
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Vía Crucis modernos. Fotografías
Una visión moderna de la representación del Vía Crucis Viviente en el siglo XXI a cargo del fotógrafo local Pikizu, que incluye galerías de fotografías de varios años.